jueves, 19 de junio de 2008

Hablemos de las fantasías...

El ser humano no es fiel por naturaleza sino por cultura y no es algo sacado de ningun libro, esta sacado de la vida diaria.

Quien no ha fantaseado de pequeño con tener otros padres, unos que nos den todo lo que aquellos que nos anotaron como su prole un día no nos quisieron o pudieron dar? Quien no ha fantaseado con ser el mejor amigo del que tenia una genial casa en el lugar top del verano cuando veíamos los ceros en el aviso de "alq dto en la costa"? o ser amigo del popular al qeu invitaban a las mejores fiestas free all inclusive esos sabados que no teniamos ni un peso para salir? Quien no fantaseo en como seria su vida si hubiese heredado diez mil millones del abuelo mientras volvia a casa como sardina enlatada en el colectivo?

Todas estas pequeas fantasias no minimizan el amor que sentimos por nuestros padres, amigos o abuelos, son simples fantasias que cruzan nuestras mentes en algun momento con el privilegio de que nadie se entere, con la impunidad que nos da ser dueños monopolicos de nuestras "pavadas".

La fidelidad es otra cosa? Será entonces, la fidelidad, el no dejar, el seguir al lado del otro dejando a un lado ese deseo de lo que queremos por quedarnos con lo que tenemos? Cuando se trata de padres, amigos o abuelos la fantasia no es perturbadora, pero... en la pareja?

Las utopías no existen, Silvio Rodriguez tenia un unicornio azul y se le perdió, por qué yo voy a pensar que encontraré mi utopía de fidelidad hecha realidad? Porque la mantengo en mi mente, una y otra vez, porque no la dejo escapar y durante años creí que aferrarme a ella era el camino al Dorado y que el Dorado existia, solo debia saber esperar...

Señoras y Señores, mi utopía era la Fidelidad Total... si, asi con mayúscula! Buscaba al hombre que quitara de mi mente a todos los otros hombres del mundo y qeu me fuera recíproco en su deseo de amor ciego y absoluto... E iba por la vida feliz diciendo "si es lindo, pero no me causa nada" lo que traducimos como "no me calienta". Con esta fidelidad de cuerpo, mente y alma vivía feliz, hasta aleje al hombre que amaba solo porque fantasie con otro y no m eparecía corretco seguir la relación pos-infidelidad mental. Si, hasta ese extremo...

Me equivoqué, porque no conocía esta sutil diferencia entre la fantasía y la realidad, el gran paso entre "lo haría" y "lo hago", la conjugación verbal estaba en mi vocabulario pero no en mi mente y corazón, porque tenía la mente y el corazón mezclados! Lo que la cabeza fantasea no es siempre lo que el corazón dicta y he ahí la sutil diferencia, que la fidelidad es la elección del corazón sobre la mente. esta puesta a prueba que la cabeza idea es la fantasía, el pensar "no te acerques o te parto la boca", "si me das media señal te ato a la pata de mi cama", "seriecita yo? bailemos una noche y vas a saber lo que es Hot-Dancing" o un simple "ahh, me encantaría cenar a solas con vos" ... y una se esta viendo (en su fantasia) sin su pareja, lo borramos del mapa! Fea la actitud! Juramos el "siempre juntos" pero lo sacamos del medio! Y ahí la culpa empieza, ahí el corazón que nos hace elegir si "hacer" o volver junto al "siempre juntos".

No es desamor la fantasía, es desamor el acto. Y ahí entra otra vez la cultura del ser humano y el don Divino del libre albedrío: puedo pensar en otros, podría estar con otros, pero te elijo otra vez a vos y he ahí mi acto de amor... en mi decisión de elejirte y respetarte, entre miles (reales o imaginarios, posibles o imposibles) yo te elijo a vos, elijo honrarte y respetarte, por eso te soy fiel. Puedo hacerlo pero elijo no hacerlo. Puedo irme pero elijo quedarme.

Puedo pero no quiero...

jueves, 12 de junio de 2008

Habia una vez...

Podrá darse la historia del Príncipe Azul?

Será cierto que el amor puede encontrarse a la vuelta de la esquina... o en el ascensor?

Cuando el corazon late locamente (suena mejor que admitir que a una le dio taquicardia) todo cambia... al menos por unas horas, o minutos; un cruce de segundos es suficiente para revivir a la Bella Durmiente que teniamos sedada con el suero del desamor, la desidia, el engaño o la indiferencia.

Pero como podemos hacer que ese cruce llegue a ser realmente algo más? Es que una puede quedarse sentada a esperar que él (el Príncipe Azul, obvio) toque nuestra puerta o debemos hacer algo?... Si no hacemos nada corremos el riesgo de que nuestro Príncipe Azul se tope en el bosque (léase un bar o la ciudad) con alguna Blancanieves que, rodeada de hombrecitos desesperados por ella, le cuente la historia la inocente acosada, si léase la clásica mosquita muerta!

O tal vez nuestro Príncipe Azul sea un experto bailarin, y en algun baile (léase él tipo todavía no renunció a los boliches) se encuentre con una Cenicienta que le cuente su desafortunada historia y termine como Reina (si, la pobrecita indecisa solo tuvo que moverse un rato, hacerle ojitos, una buena histeriqueada del "desaparezco" y ya lo tiene en el bolsillo)

Aunque tambien tenemos a las Rapunzel, ellas son bellas y deslumbrantes, son las que no ocultan su desesperacion y saben poner sus dotes fisicos al servicio de la pesca... y si tu bello Principe Azul justo se cruza con su cabellera no dudes que trepara sin saber que al llegar a lo alto de la torre no habrá salida de emergencia...

Asi que mis Bellas Durmientes si Uds. esperan que su Principe Azul sea de los que recorren largas distancias en su corcel, venciendo los riesgos del camino y luchando contra dragones para llegar a Uds y despertarlas del frio de la vida actual para empezar a vivir una nueva vida, no queda otra más que esperar y no renunciar al sueño (contradictorio aferrarse a un sueño cuando el sueño es que nos despierten no?)

Y nada quiero oir acerca de Princesas que terminan besando sapos por el temor a quedar solas o por sentir que no merecen a ningun Principe Azul, porque siempre habra un Sreck para una Fiona soñadora.

miércoles, 4 de junio de 2008

Closer... so closer

If you believe in love at first sight, you never stop looking...

Hello, stranger...